Para
entender cómo la hipnosis puede ayudar a mejorar la calidad de vida en
pacientes con dolor es necesario entender primero qué es la hipnosis, cuáles
son sus efectos fisiológicos y cómo funciona, sin embargo las limitadas
capacidades humanas del autor no podrían hacer algo que ni los avances
científicos de los últimos 20 años en la materia han podido hacer de manera
completa, es por ello que en este post examinaremos conceptos clave e
investigaciones hechas sobre la hipnosis en todo el mundo.
El concepto
más nuevo de hipnosis, propuesto por Enrico Facco, médico italiano experto en anestesia
e hipnosis es “Una actividad fisiológica de la mente caracterizada por una
atención enfocada, abstracción, disociación e imaginación plástica” (puede verse la referencia aquí), este autor también asegura en el mismo artículo que la hipnosis fue usada
como anestesia antes de que existieran las anestesias que conocemos, después del
descubrimiento de tales sustancias, la hipnosis fue prejuiciosamente abandonada
y condenada al olvido.
En el XIX
congreso internacional de hipnosis llevado a cabo en Bremen en octubre del año
2012 se presentó el reporte de un caso en el que una mujer de 42 años de edad
con alergia a múltiples anestésicos y un tumor en el muslo derecho, la
operación era inminente y la solución menos arriesgada era la hipnosis, la
paciente recibió dos sesiones de entrenamiento antes de la operación, la cual
transcurrió sin incidentes, al final de la misma la paciente declaró no haber
percibido dolor y pudo describir su experiencia a los médicos, posteriormente
recibió el alta y pudo continuar con sus actividades sin problema alguno (elartículo original se encuentra en este link y el reporte en español se puede ver aquí ).
En un
estudio a mayor escala donde participaron 2,594 mujeres embarazadas, se reportó
que aquellas pacientes que se encontraban bajo el efecto de la hipnosis durante
el trabajo de parto no requirieron anestésicos ni medicamentos para lidiar con
el dolor en el 95% de los casos (ver aquí el resumen ).
En otro
estudio (que puedes ver acá ) se demostró que la hipnosis es efectiva en el manejo del dolor en pacientes
de la tercera edad en comparación con otras técnicas comúnmente usadas,
principalmente masajes.
Podríamos
continuar citando artículos, pero difícilmente terminaríamos en una vida, pues
al cierre de esta edición se han publicado 1809 artículos científicos sobre la
eficacia de la hipnosis en el manejo del dolor (se puede consultar la base dedatos completa acá).
No queremos
hacer creer al lector que la hipnosis es la panacea que curará todos los males
del mundo, pues si hasta ahora se ha demostrado su efectividad para aliviar
ciertos tipos de dolor aún no estamos en condiciones de afirmar que todas las
personas son susceptibles a la hipnosis clínica, incluso el famoso hipnotista
de entretenimiento Derren Brown debió seleccionar a sólo 4 de 12 personas para
ser hipnotizadas en su video “The Heist” , en el que las personas
seleccionadas, personas de bien que nunca habían cometido un crimen, fueron
hipnotizadas para realizar un robo a mano armada a un custodio del banco de
Inglaterra, en Londres (el video lo puedes ver acá ).
Este video
en conjunto con los cientos de artículos científicos que nuestro equipo ha
revisado confirman que la hipnosis efectivamente representa un poder enorme
sobre la mente humana, pero no es un poder absoluto, es más bien una forma de
validación en la que la persona hipnotizada obtiene “permiso” y “poder” para
hacer algo únicamente cuando le concede al hipnotizador la facultad de
hipnotizarle.
Dicho de
otra forma, el hipnotizado le da permiso al hipnotizador de hipnotizarle, con
lo cual el hipnotizado adquiere el poder y la seguridad para robar un banco en
un show, aliviar el dolor durante una operación o funcionar perfectamente sin
dormir durante 30 horas, como es el caso del autor de este texto al momento de
escribir.
Entonces
¿de qué depende que una persona se beneficie de la hipnosis y otra no? Simple,
todo comienza con el efecto placebo, o la “expectativa positiva” de la que se
habla en los primeros dos artículos citados arriba, pues la facultad de entrar
en un trance hipnótico no depende del hipnotista, sino que es proporcional a
las ganas y el interés que tenga una persona en hacerlo, o en palabras de Dale
Carnegie “no puedes convencer a alguien en contra de su voluntad”.
Hasta aquí
el post de hoy, espero haya aclarado en parte este tema tan interesante, hasta
la próxima.